Película #14 Hidden Figures (Talentos Ocultos)
Argumento:
Narra la historia nunca contada
de tres brillantes mujeres científicas afroamericanas que trabajaron en la NASA
a comienzos de los años sesenta (en plena carrera espacial, y asimismo en mitad
de la lucha por los derechos civiles de los negros estadounidenses) en el
ambicioso proyecto de poner en órbita al astronauta John Glenn.
Opinión:
Un complaciente drama de
superación que a pesar de su poderoso aliado, el subrayado, trivializa todo lo
atractivo de la propuesta. Entretenida y académica propuesta que funciona
gracias a su carismático reparto y a su estructura funcional (amo casi todas
las películas de Octavia Spencer). Rescata del olvido y da a conocer al gran
público a tres mujeres norteamericanas que fueron unas científicas pioneras en
su campo, tanto por ser de raza negra (cuando aún seguía existiendo
discriminación en EE.UU.), así como por ser mujeres brillantes abriéndose
camino en un mundo de hombres prepotentes y recelosos de la competencia que se
avecinaba. Por una parte tenemos a Katherine Johnson (de soltera Goble), nacida
en 1918 y aún con vida, física y matemática de vital importancia en el programa
espacial de la NASA. Por otra parte está la matemática Dorothy Vaughan (1910
–2008) que supo introducir el uso de las primeras computadoras IBM de forma
efectiva y eficiente en el trabajo cotidiano del programa espacial. Finalmente,
la matemática Mary Jackson (1921-2005) que se convirtió en la primera ingeniera
negra contratada por la NASA.
Con un guion lleno de simpatía y
encanto aunque simplifique las penalidades que debieron de pasar las personas
de raza negra en general y todas sus mujeres en particular, se une una obra
agradable e informativa que pone el foco en la trastienda de la carrera
espacial, cuando aún existían dos superpotencias enfrentadas a muerte y cuando
los logros en este novedoso terreno suponían munición propagandística que se
disparaba con feroz insolencia, ya que se sobreentendía que quien llevara tanto
la delantera como la iniciativa era por contar con un sistema político mejor,
más robusto e innovador. Durante la Guerra Fría la propaganda política reemplazaba
las hostilidades bélicas. Y por un tiempo los americanos parecían estar
perdiendo la batalla.
Las previsibles tramas están bien
estructuradas para que todo llegue a su desenlace en el orden y a la velocidad
indicada, con los cambios de tono precisos y pequeños elementos que le dan
solidez al conjunto. Los personajes protagonistas lo hacen todo bien, pero
tampoco es que les dé muchas cosas importantes que hacer, su condición está por
encima de eso, y prefiere remarcar la mala situación de los negros con ayuda
del subrayado constante para luego trivializar la lucha contra la segregación y
en pro de la igualdad de género, el cambio de la situación de estas mujeres en
el final feliz ocurre con una facilidad pasmosa, de un modo acomodaticio. Algún
enfado ligero y un de palabras gentiles remarcadas épicamente por la
persistente banda sonora y todos los malvados blancos comienzan a llevarles
cafés, a tratarlas con respeto, etc. Parece después de todo que la lucha por la
igualdad (racial y de género) no fue tan difícil.
ALERTA DE SPOILER:
Cuando apareció ese ingeniero
polaco-judío, la verdad... se me frunció el ceño. Y es porque además de ser una
película políticamente correcta, muy políticamente correcta, el aire patriótico
desinfló el resto de la cinta. No es ningún secreto que los norteamericanos
llegaron a la luna gracias a los nazis, sobre todo a Wernher von Braun, que a
pesar de la propaganda política de la época que intentó suavizarlo todo, que
digo yo que ya ha llovido mucho desde entonces para que sigamos en esas.
Y a ver, que digo nazis, porque
lo eran, que no es gratuito, que Wernher von Braun (adscrito a las
"SS") trabajaba en los cohetes nazis y con mano de obra esclava
judía. Y no sólo él, sino todos los colaboradores nazis englobados en la
operación Paperclip (unos 700 científicos) y ahora resulta que allí sólo había
patriotas nacidos y criados en Montana.
Así que sacamos en la película a
los científicos alemanes, sin los que seguramente no habrían ganado la carrera
espacial, y ponemos a un polaco-judío y a unas chicas de "color"... Y
digo, yo, que no sé a dónde vamos a ir a parar. No es que les hicieran
protagonistas, a ver, que eso no se puede, a pesar de que la temática sería muy
interesante. Pero sacar un elemento tan protagonista de la ecuación no hace
sino reafirmar la cinta como la difamación que es. Sé que es un tema delicado
en EE.UU., donde me imagino que ni la mitad de la gente aún sabe esto, a pesar
de la información que hay sobre el tema y la magnífica serie de documentales
que se hicieron sobre la carrera espacial.
Supongo que ya los libros de
historia no le gustan a nadie, que mejor quedarse con la historia que aprendemos
en las películas, y los dioses no quieran que algún día el formato digital
sirva para borrar, literalmente, aquella parte incómoda de recordar. Y que
cuando nuestros nietos busquen en Google quien era Wernher von Braun, les salga
que era un espía norteamericano, criado en Montana, más patriota que Capitán América,
que se negó a ayudar a los nazis.
Por eso la cinta no me parece
digna de más de un 6 por el buen hacer de los actores, ya que como reflejo de
la Nasa, pues no me vale. Es uno de estos rollos norteamericanos en los que se
intenta "hacer justicia con la población negra", últimamente algo alterado.
Se han hecho muchas mejores películas sobre el tema.
Aquí les dejo el tráiler:
Aquí les dejo el tráiler:
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